El modus operandi de muchas organizaciones y empresas es dar más importancia a la gestión de cómo debemos dirigir y debemos administrar los recursos económicos, los recursos humanos y los recursos materiales; dejando a segundo plano, la gestión del servicio de la excelencia en la atención al cliente, que es lo que nos compete en nuestros cursos. En ellos, nos centramos en saber administrar bien los recursos con los que contamos para dar un buen servicio de atención al cliente, explicando cuáles son las habilidades correctas y de calidad que todos, independientemente de nuestro lugar en el organigrama, debemos desempeñar en nuestro puesto de trabajo diariamente.
Partimos de una definición simple: la atención al cliente es un servicio que damos a los clientes de nuestra empresa u organización para conseguir satisfacerles en sus necesidades y de este modo, lograr que nos vean efectivos. Entonces, quizás podamos fidelizarlos.
Para nosotros es acertada la premisa que afirma Tony Alessandra, escritor, emprendedor y conferenciante motivacional, “estar a la par en precio y calidad, sólo te mete al juego, el servicio es lo que te hace ganarlo”. Y cómo dar ese servicio de calidad para ganar el juego, la respuesta es sencilla, con una buena actitud proactiva y entusiasta, acompañando, siempre, todo lo que comuniquemos a nuestro cliente. Esta es la principal habilidad a entrenar, a la cual le siguen otras muchas.
La actitud es la imagen más visible de nuestro modo de comunicar, la reina de todas las habilidades y dependiendo de cómo sea esta actitud, la comunicación que transmitamos será una o será otra.
Victor Küppers: ¿Por qué es importante la Actitud?: https://www.youtube.com/watch?v=4CQtIcR8Mac
Como hemos dicho al principio, la buena atención al cliente es la base para conseguir clientes satisfechos y posteriormente, fieles. Esto se consigue logrando dar un buen servicio de comunicación. Y para lograr que sea bueno, hay que saber y tener en cuenta, que debemos partir siempre de una actitud proactiva y entusiasta, como dice en el video Víctor Küppers. El primer paso es adoptar esta actitud siempre y después, acompañarla con un modo correcto de actuar y comunicar. Algo que conseguiremos entrenado las correctas habilidades sociales.
Por lo que desde este punto de partida, el objetivo de nuestros cursos es: aprender cuál es la correcta forma de actuar y comunicar, siempre bajo una actitud proactiva y entusiasta, para de este modo, lograr un buen servicio de atención al cliente.
Cumpliendo con el objetivo, conseguiremos lograr la meta final de la atención al cliente en sí misma: ayudar a mejorar la reputación empresarial y la imagen externa de nuestra empresa. Esta meta la mantendremos, día a día, en nuestros puestos de trabajo, actuando y comunicándonos siempre bajo una actitud proactiva y entusiasta, base de todas las demás habilidades sociales.